16/2/16

¡Magia potagia!

Los relatos de los 5ème, disfrutad con la lectura de los relatos seleccionados ;) Enhorabuena a los ganadores. 

              PETER EL APRENDIZ DE MAGO (texto de Simón R.)




              

                 Peter era un niño normal que vivía con sus padres, pero cada vez que se enfadaba o se ponía muy feliz notaba que podía mover cosas con la mente, cosas pequeñas. 

             Él lo guardaba en silencio para no parecer el raro de la clase. Conforme crecía podía levantar cosas más grandes y no solamente estando feliz o enfadado. Un día después del colegio, Peter estaba en su cuarto cuando un perro empezó a tocar la ventana. Inmediatamente abrió la ventana, el perro entró, se sentó en la mitad de la habitación y se transformó en humano. En ese momento, le dijo:
- Hola Peter menos mal que me has dejado entrar, afuera hace frío. Mi nombre es Michel y estoy aquí para ayudarte.


El chico asombrado, tartamudeando, preguntó:
- ¿Ayudarme? No entiendo nada, ¿Quién eres? ¿De dónde vienes? ¿Es esto un sueño?
Michel, sonriendo, contestó:
-Sé que tienes muchas preguntas, pero tenemos poco tiempo y te contaré brevemente una pequeña historia.  Hace doce años cuando tú naciste tus padres eran emperadores de Universa -Mundo Mágico, fueron capturados por la rebelión de la Sombra Negra, dirigida por el primer oficial de la rebelión llamado Dark Mathieu y él mismo siendo vasallo del Gran líder supremo Sneit. Por eso has crecido en el mundo no mágico o vulgarmente llamado Muggles, como los llamamos los magos. Ahora que tus poderes han incrementado, es el momento que me acompañes a Universa para entrenarte y que liberes a tus padres. Mañana a primera hora partiremos.
 

Peter esa noche casi no pudo dormir, tenía una mezcla de entre emoción y miedo por todo lo que acababa de descubrir. En su cabeza pensaba: Por fin conoceré a mis verdaderos padres y al mundo al que pertenezco. Al día siguiente cogieron una avioneta de camino a Universa. Iban volando durante una hora , cuando de repente entraron en una gran nube, era la entrada al mundo mágico. Inmediatamente llegaron. Michel llevó al chico al castillo de sus padres. Allí le enseñó y le entregó todos los artilugios mágicos que sus padres habían guardado para él. Peter abrió un gran baúl que contenía una varita mágica, una capa y zapatos de mago y un pequeño huevo.

- ¿Y este huevo? preguntó el chico.
Michel empezó a reír y le dijo: "Ponle tres gotas de agua y verás."


Al poner el agua, el huevo se abrió y salió un dragón, al cual le llamo Dubinox. El entrenamiento de Peter y Dubinox comenzó rápidamente. El chico era muy listo y aprendió muchos trucos en poco tiempo. Al cabo de un mes se hizo un mago ágil y poderoso. 


-¿Estoy preparado para combatir contra Sneit? preguntó
Michel le miró asustado y le contestó:
-No, Sneit es muy poderoso, todavía te queda mucho por aprender. 


Pero Peter que era un chico impaciente decidió no esperar y esa misma noche montado en Dubinox se dirigió al castillo del malvado Sneit. Al llegar se encontró con un castillo negro y oscuro que daba escalofríos. Llamó a la puerta y esta se abrió sola.
 

- ¡Sal Sneit¡ Soy Peter el gran mago, he venido a rescatar a mis padres .

Se escucharon carcajadas y de la oscuridad salió un hombre terrorífico.
Comenzaron a luchar  violenta e intensamente, mandándose hechizos mutuamente.


-Arroz con habichuelas, ¡desata un panal de abejas!
-Perro y lobo, ¡Que este hombre se duerma del todo!
 -Armadillos y sanguijuelas, ¡Te doy con las cazuelas!


Peter estaba agotado y sus poderes se hacían menos poderosos. De repente, aparecieron Michel y lo demás miembros del consejo para echarle una mano. Michel exclamó :


- ¡Peter! ¡Es hora del gran conjuro!


Al escuchar eso Peter exclamó:
-¡Por las faldas de mi madre, los bigotes de mi padre y el sombrero de mi abuelo, yo a ti te CONGELO!


Rápidamente el hechizo hizo efecto y Sneit  quedó convertido en una gran roca de hielo. El chico levantó su varita y mandando un gran rayo de luz rompió en mil pedazos al malvado Sneit.


De esta manera Peter liberó a sus padres y volvió a reinar la paz y la armonía en Universa- Mundo Mágico





 UN PEQUEÑO CONSEJO, relato de Marcos B. (5ème A) 






         En la ciudad de Somar gobernaba el rey Milor III al que también llamaban “El Milagroso” por sus grandes hazañas y conquistas. Sus ejércitos estaban formados por magos y brujas, por ello eran tan potentes. En esta ciudad vivía un joven llamado Yuta, un aficionado a la magia que desde pequeño era mas talentoso que los otros niños. Estaba empeñado en crear un truco que lo hiciera teletransportarse de un lugar a otro. Para ayudarle contaba con su padre, un sabio mago y su madre una bruja guapísima.


Mas, un día, su padre regresó de la guerra malherido y muriendo, entonces lo llevaron al hospital de magos pero no pudieron curarle. En su último aliento le dio a Yuta un consejo: ”Hijo, si alguna vez ves a un niño pequeño que te pregunte por un truco tú se lo mostrarás y enseñarás para así sembrar una semilla de ilusión en él”. Después de decir estas palabras se murió. 

Años después, Yuta era uno de los más grandes magos de la ciudad ya que había conseguido desarrollar su habilidad para teletransportarse. Trabajaba para el rey, se ocupaba del ocio y diversión de la corte. Desde su llegada a la corte el visir del rey lo odiaba porque había disminuido su fama. Una noche que Yuta tenía una función en el palacio del rey, el visir le tendió una trampa para que cuando Yuta se metiera  en su caja para teletransportarse a la otra cayera a los cocodrilos debajo del escenario y así muriera. Yuta llegaba tarde a la función porque se le había manchado la capa y tenía que limpiarla, entonces la limpió y salió corriendo al palacio pero en mitad de camino un niño le dijo esto: ”Eres el gran mago Yuta?!? Podrías enseñarme un truco, porfavor!!!" 

Yuta al principio pasó de largo pero de repente se acordó del consejo que le dio su padre aunque sabía que si le enseñaba el truco al niño llegaría tarde. A pesar de todo se quedó ahí y se lo enseñó. Mientras tanto, en el palacio se estaban empezando a impacientar y se preguntaban dónde estaba Yuta. El rey vio una sonrisa en la cara del visir y le preguntó por qué sonreía y él le respondió: ”Porque lo que hace Yuta lo puede hacer cualquiera y es una tontería” El rey con enfado le dijo: ”Pues si es tan fácil ¿por qué no lo haces tú? ¡Métete en la caja!”

Pues el visir tuvo que acatar la orden del rey y se metió en la caja intentando no accionar su propia trampa pero a pesar del esfuerzo la accionó y se cayó. Así fue cómo el consejo del padre de Yuta le salvó la vida.




WILLY Y EL LIBRO MÁGICO, relato de Pablo H. (5ème A)


       


        Hace mucho mucho tiempo existió un libro mágico. De él salían muchas fantasías, magos, animales, pociones mágicas y hechizos que hacían que en el mundo pasaran cosas buenas. El libro se encontraba escondido en una cueva del Himalaya custodiado por un hada, quien a través de su bola de cristal, veía lo que pasaba en el mundo y enviaba ayuda a quien lo necesitaba.

      Un día, un mago malvado que buscaba el libro mágico descubrió la cueva del hada y le lanzó un hechizo convirtiéndola en estatua. De esta manera el libro y la bola de cristal quedaron en poder del mago quien comenzó a transformar las brujerías del libro en malvadas. El mago quería hacer sufrir a la gente y hacerse dueño del mundo. 


       Afortunadamente, entre las brujerías malvadas que enviaba, surgió una profecía buena; se trataba de Willy, un niño de 14 años que podía correr a la velocidad de la luz. La profecía decía que Willy mataría al malvado mago y salvaría a la humanidad. Willy no sabía que él era el elegido hasta que un día llegó un mensajero a su casa para explicárselo todo. Éste le dijo a Willy que tenía que conseguir cuatro objetos mágicos: el casco de la inteligencia, la espada de la fuerza, los pantalones voladores y el escudo de protección. Con ellos derrotaría al  mago malvado.


       Willy fue a buscar los objetos que le había dicho el mensajero. El primer objeto estaba en el Monte Olimpo, el segundo en la Antártida, el tercero lo tenía el monstruo del lago Ness y el cuarto estaba en la selva amazónica donde vivía un ogro. 


       Willy salió a buscarlos. Cuando llegó al Monte Olimpo, los dioses no le dejaron coger el casco y tuvo que enfrentarse a Zeus. El Dios tenía el casco al lado de su trono y en un momento de distracción, Willy, utilizando su velocidad, cogió rápidamente el casco y salió huyendo. Después de conseguir el casco, fue a la Antártida. Bóreas, el dios del hielo, fue más amable y le regaló la espada de la fuerza. A continuación, Willy fue al lago Ness y el monstruo le dijo que para obtener los pantalones tenía que matarlo, lo cual fue muy fácil porque tenía la espada de la fuerza. Los pantalones estaban en el estómago del dragón así que, utilizando su espada de nuevo, abrió su tripa y consiguió los pantalones voladores. Por último Willy fue a la Amazonia a por el escudo de protección. Allí vivía un ogro, no muy inteligente,  que tenía el escudo escondido entre las ramas del árbol más alto del bosque. Despistó al ogro utilizando el casco de la inteligencia y, poniéndose sus pantalones voladores, consiguió coger el escudo del árbol.


       Willy ya tenía los cuatros objetos mágicos necesarios para enfrentarse al mago malvado. Con sus pantalones voladores subió a la cima del Himalaya y utilizando su casco consiguió  seguir el rastro para encontrar la cueva donde se encontraba el mago malvado. 


     Cuando el mago le vio entrar le lanzó enormes bolas de fuego. Willy se protegió con su escudo mágico. A continuación Willy empezó a moverse por la cueva mientras el  mago seguía lanzando toda clase de hechizos pero el chico, gracias a su velocidad supersónica, pudo esquivar todos ellos. Willy siguió moviéndose con su espada en la mano y cuando vio la oportunidad de atacar al mago le clavó la espada en el corazón. 


     Willy abrió el libro mágico y de él empezaron a salir fantasías buenas de nuevo y, una de ellas, hizo que el hada volviera a su estado original. Todo volvió entonces a la normalidad, Willy regresó a su casa y el hada continuó haciendo el bien con el libro mágico y su bola de cristal. Nadie volvió a robar el libro nunca jamás.



 

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